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Issei Suda - Tokyokei

             1000 palabras

Julia Benito

 

 

       

 

      Phil estaba asustado, acababa de colgar el teléfono, y le invadía una sensación de miedo en el cuerpo,  ya que su hermana llevaba años sin llamarle, por lo tanto algo malo debía ocurrir. Su hermana había insistido en que tenían que quedar dentro de una hora porque necesitaba hablar con él pero quería que fuera cara a cara. El tiempo para Phil pasaba muy lento, miraba la hora cada dos por tres y su cabeza barajaba las `peores ideas posibles. Intento distraerse con la televisión pero no era capaz de pensar en otra cosa. Cuando paso media hora él ya estaba listo para salir, había estado 15 minutos eligiendo que ponerse ya que era la primera vez en años que veía a su hermana. Al final había elegido un traje negro elegante con una camisa blanca y una corbata roja con rayas azules que se había comprado el año pasado y que todavía no la había estrenado.

 

      Al salir de su casa noto el viento chocándole en la cara y miro al cielo nublado que daba la sensación de comenzaría a llover, pero él no volvió a su casa a coger un paraguas continuo su camino hasta la cafetería en la que había quedado con su hermana. Se detuvo delante del establecimiento todavía tenía media hora aproximadamente antes de que llegara su hermana, observo el  jardín que se encontraba antes de entrar, era pequeño pero en él había una planta grande con flores blancas preciosas, que desprendían un olor que cautivaba. Entro y eligió una mesa al lado de la ventana para poder ver a su hermana antes de que entrara aunque no estaba seguro de si la reconocería ya que en 10 años se puede cambiar, por la ventana veía justo es planta de flores blancas tan bonita en la que se había fijado al entrar, todavía quedaban 20 minutos antes de su cita con su hermana así que mientras la esperaba pidió un café.

Por la puerta 10 minutos antes de la cita con su hermana, apareció una mujer con el rostro envejecido en el que ya se veían varias arrugas por la edad, el pelo corto y negro, y unos ojos muy grandes y expresivos, reconoció en esos ojos a su hermana, ya que la última vez que la había visto tenía el pelo largo color caoba y no estaba tan envejecida. Ella se acercó a su mesa y se sentó en la silla de en frente y dijo:

 

-No has cambiado nada

 

      El no quería parecer un curioso pero la intriga le mataba por dentro y quería saber qué era eso tan importante que quería contarle, así que rechazo la idea de preguntarla acerca de esos 10 años en los que seguro le habían pasado muchísimas cosas y decidió ir al grano

 

- ¿Qué es eso tan importante que me tenías que contar?

 

Ella esbozo una sonrisa, conocía a su hermano y sabía que hasta que no se lo contara el no estaría a gusto, así que le dijo

 

-  te he llamado porque quiero contarte algo, sé que no te va a parecer bien pero quiero que lo sepas.

 

Phil sabía que su hermana daba tantas vueltas para hacerse la interesante, en ese momento se giró y vio como comenzaba a llover.

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