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Inta Ruka

             1000 palabras

Sergio García

           

    LA FOTO DE MARTA

 

       

 

-Marta ; tranquilicese y cuentemelo todo , quiere ?

La mujer seguia llorando hundida en su asiento. Con las manos temblorosas volvió a echarse el pelo hacia delante para tapar el moratón de su ojo. Ella hizo una mueca para intentar hablar , pero de su boca no salio ninguna palabra ,solo más sollozos ahogados.

Carlos suspiro y se levanto de su mesa para ofrecerla un pañuelo. Por un momento deseó salir del despacho y tomarse su café mañanero para poder olvidarse de todo lo sucedido esa mañana.

 

Marta era paciente suya desde hace solo tres meses, pero había tenido tantas sesiones con ella que a él le parecían 5 años de relación. Ella estaría alrededor de los cuarenta años , tenia los pómulos muy marcados ,esto hacía que su cara fuera muy angulosa. Tenía mirada triste y a la vez insegura.

A Carlos le parecía un caso fascinante a nivel profesional :una mujer inestable , muy miedosa ,pero sin embargo con un carácter duro y cortante.

Esa mañana se había presentado sin cita previa , llorando , con el ojo amoratado y el labio roto.

- Esto se lo ha hecho su marido, ¿no es así?-  Preguntó Carlos en un nuevo intento por sacar algo de información.

-Si... pero fue un accidente , él no quería...

-Mire, yo no puedo ayudarla si sigue justificándole .En mi opinión debería estar usted de camino de la comisaria para denunciarlo

-Yo no puedo dejarlo, me necesita desde el accidente... además no tengo dónde ir

-¡Por Dios Marta!, no me puedo creer que no tenga a nadie; seguro que su amiga Andrea o su tío Antonio pueden ayudarla.

-No , nadie puede... estoy sola en esto.-Dicho lo cual se levantó y se fue sin decir nada .Carlos respiro hondo y se frotó los ojos cansados.

Se disponía a seguir con su consulta e intentar olvidar el incidente ocurrido , cuando la línea del teléfono central sonó.

-¿Que sucede ahora, Manuela?

La voz chillona y nasal de su secretaria sonó al otro lado de la línea

-Una mujer lleva toda la mañana llamándote , no quiere decirme su nombre, como insiste tanto, te la paso por la línea dos. Que sea la última vez que le das el número de la clínica a una de tus "amiguitas" para...

-Muy bien Manuela. Gracias Manuela. Ádios Manuela- Dicho lo cual la cortó pulsando el botón de la otra línea para hablar con la desconocida.

-Sí , ¿quien es?

-Hola, necesito hablar con usted sobre la mujer que acaba de salir de su consulta

-Perdone, pero si no me dice quién es no puedo darle ninguna información

-Le espero en el bar de debajo de la clínica , por favor, la salud de Marta Arenales podría estar en juego

Atraído por la curiosidad , Carlos bajó al bar ante el asombro de Manuela y el resto de pacientes que esperaban su turno. El bar estaba vacío, únicamente una mujer de treinta y pocos años con el pelo largo y flequillo estaba en la barra. Ella se acerco a él de forma decidida.

 

 

-Dr. de la Vega , soy Victoria Arenales. Me gustaría hablar con usted sobre mi hermana , tome asiento por favor.

Carlos , asombrado , obedeció la orden.

-Disculpe , pero desconocía que Marta tuviera hermanos

- Lo suponía, dígame,¿qué sabe usted acerca de mi hermana?

-Mire Victoria , como comprenderá no puedo desvelar dicha información acerca de mis pacientes.

-Pues entonces déjeme que le enseñe algo.-Ella sacó una carpeta con varias fotos , recortes de periódico y fotocopias del libro de familia y otros documentos.

-Supongo que ella le habrá hablado de su marido Federico , verdad?

-Si... -Contesto Carlos sin saber si estaba incumpliendo los protocolos de confidencialidad.

-¿Y también le habrá contado que él tuvo un accidente de coche y desde entonces no puede mover bien la pierna izquierda?

-No sé a donde quiere llegar , señora

-Pues a que Federico murió atropellado hace seis años.-Dicho lo cual, Victoria le enseñó un recorte de un periódico con fecha de de 2008 en el que ponía "Hombre muere atropellado en la Castellana, conductor se da a la fuga"

-No puede ser... pero si esta mañana... -Tartamudeo Carlos

-Esta mañana le ha contado que su marido desde el accidente es agresivo y la maltrata-Le cortó Victoria.-Mi hermana padece una grave esquizofrenia, todas esas historias que cuenta solo suceden en su cabeza , y sus lesiones... se las provoca ella misma.

A Carlos se le hizo un nudo en el estomago. No entendía nada de lo que sucedía.

-Pero no puede ser, alguien de su entorno se habría dado cuenta

En ese momento se le enturbiaron los ojos a Victoria.-Es que nadie de su entorno es real , mire...

Ella volvió a sacar documentos de su carpeta.-Su amiga del alma Andrea Barahona tampoco existe realmente, es el nombre de una fotógrafa valenciana de los setenta que le gustaba a Federico... y nuestro tio Antonio, que supuestamente le ayuda a pagar el alquiler, murió cuando yo tenía siete años.

Él se quedo sin saber qu´ decir exactamente. Al final se aclaró la garganta y dijo.-Pero siendo así , no debería estar en un centro de cuidados o algo por el estilo.

-Si , hace un par de años pedí una orden para que la ingresaran , pero ella se escapó y no supe dónde estaba hasta que hace unos meses la encontré por la calle y la seguí hasta aquí. Investigué un poco y descubrí que había una consulta de psicología. Desde entonces me dedicado a reunir todo la información posible para que usted le haga un certificado o un parte para que la puedan ingresar.

Carlos volvió a leer todo el material de la carpeta, no había duda.

Los dos subieron al despacho, Carlos pidió a Manuela que llamara a Marta para que volviera a la consulta. Media hora después ella apareció en la puerta de la clínica.

-Qué sucede Carlos, porque me has llamado para que vuelva.

-Lo mejor será que entre en el despacho y allí se lo explico todo.

Al entrar en la habitación y ver a su hermana, el rostro de Marta cambió por completo.

-¡Que hace ella aquí!

-Marta , tesoro, tranquilízate; todo esto es por tu bien

 

 

-No sé qué te habrá contado ella sobre mí , pero es todo mentira Carlos, tienes que creerme

El psiquiatra intento tranquilizarla, pero no encontró las palabras exactas para hablar

-Marta, cielo , necesitas ayuda...

-¡No, eso es lo que tu quieres que todos piensen, para quitarme del medio como haces con todo el mundo. Pero esta vez no te saldrás con la tuya, tengo la foto que demuestra que no estoy loca.

-¿Qué foto?-Pregunto Carlos.

-La foto que me hice con Dani , Alba y Patricia cuando éramos niños

-Marta ellos no existen, nunca han existido...

-Mentira , aquí esta la prueba-La mujer sacó de su bolso una vieja foto doblada. Empezó a reirse de manera nerviosa-Mira Carlos, en teoría a ellos también me los he inventado...

Victoria, desde un rincón del despacho , no pudo contener más el llanto.-Marta, por favor no sigas...

Carlos tomó la foto y la desdobló. En ella aparecía una vieja casa con un árbol y una niña de mirada triste. Nadie más.

-Lo ves Carlos, no estoy loca... ellos existen, están en la foto- Dijo Marta con una inquietante sonrisa en la cara. Carlos no pudo evitar mirarla con expresión de horror. Los tres quedaron en silenció, solo se oía el llanto de Victoria en el rincón.

 

Esa tarde, después de que la ambulancia se llevara a Marta a un centro psiquiátrico, Carlos empezó a recoger sus cosas para irse a casa. Ese día no se olvidaría  fácilmente, aun tenía grabado en la mente esa sonrisa de Marta. Se fue a la sala común que tenían en la clínica y se sirvió una copa del vino que tenían guardado para ocasiones especiales. De nuevo en su despacho reparo en que la foto de Marta seguía estando en su mesa. Èl la cogió y la desdobló para volver a verla, entonces no pudo evitar un grito de horror y que su copa cayera al suelo rompiéndose en mil pedazos. En la foto estaban la misma casa , el mismo árbol y la misma niña, pero tres sombras que antes no estaban. La figura de tres niños que antes solo Marta veía. La silueta de Dani, Alba y Patricia.

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